Despertamos juntos?

6 de enero de 2010

«Premio de la Paz Juan XXIII», el 6 de enero de 1971.

En 1964, en plena celebración del Concilio Vaticano II, el Papa Pablo VI viajó a Bombay para la clausura del Congreso Eucarístico. Era una gran sorpresa, la segunda vez que un Papa volaba como peregrino y nadie pensó que fuese a la India.

Aquel viaje cuyo propósito era honrar la Eucaristía pasará a la historia como la ocasión por la que el Papa Pablo VI dio a conocer al mundo a la Madre Teresa cuya vida de caridad es fruto de una vida Eucarística por excelencia. En aquel tiempo muy pocos conocían a esta monja nacida en Albania fuera de sus pobres y sus cooperadores en la India.

Al despedirse de los millones de indios en el aeropuerto, el Papa anunció: «Antes de dejar la querida India, deseamos ofrecer nuestro coche blanco a la Madre Teresa, superiora general de las

Misioneras de la Caridad, para ayudarla en su misión universal de amor». La Madre Teresa vendió el carro para beneficio de sus pobres.

El Papa Pablo VI le otorgó a la Madre Teresa la primera edición del «Premio de la Paz Juan XXIII», el 6 de enero de 1971. El Papa explicó así su decisión: «Este premio se confiere a una religiosa que, a pesar de ser modesta y silenciosa, es conocida por quienes observan el arrojo de la caridad en el mundo de los Pobres: se llama Madre Teresa y, desde hace veinte años, está desempeñando una maravillosa misión de amor en las calles de la India a favor de los leprosos, de los viejos, de los niños abandonados». A este le siguió el Premio Templeton, en reconocimiento al progreso de los valores religiosos y en 1979 el Premio Nobel de la Paz en 1979






ORACION PARA APRENDER A AMAR

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

-Madre Teresa de Calcuta M.C.

4 comentarios:

Maria de los Angeles dijo...

Que hermosa oración, no la conocia, pero viniendo de la Madre Teresa, no me sorprende la belleza que contiene!!
Un abrazo luminoso y feliz dia!!

Kreski dijo...

GRACIAS MARIA DE LOS ANGELES!!! ES BELLÍSIMA..........ADEMAS ME ENTERÉ QUE UN DÍA COMO HOY ...LE FUERA ENTREGADO SU PREMIO NOBEL...... GRACIAS POR TUS PALABRAS

Gloria dijo...

"Dar servicio" es la clave,hay tanta necesidad... que siempre será poco.
Gracias querida Kreski.

thot dijo...

Esta señora si que nos dio un buen ejemplo de comportamiento y compromiso con el mundo.
Un beso