Despertamos juntos?

13 de octubre de 2013

Un ser completo

Está demasiado ocupado siendo para fijarse en lo que hacen sus vecinos.
Se distingue de los demás por su capacidad de estar creativamente vivo en todo momento.
Es una persona que disfruta de todo lo que les brinda la vida.
Se siente cómodo haciendo cualquier cosa y no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. No se trata de que disfrute de todo lo que le sucede, sino de una sabia aceptación de lo que es.
No malgasta su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho, o molestos porque les disgusta algo que hicieron en algún momento de su vida pasada. La carencia total de culpa es una de las características de las personas sanas, nada de lamentos por lo que pasó y nada de esfuerzos por lograr que otros escojan la culpa.
No manipula a los demás diciéndoles lo malos que han sido.
No se enfadará contigo, simplemente no te hará caso, te ignorará. En vez de molestarse contigo, preferirá irse o cambiar de tema.
Sin mayor ceremonia, deja de lado la culpa cuando la encuentra en su camino.
No es un planificador de futuro ni ahorrador para el futuro. Se mantiene libre de la preocupación y ansiedad que acompaña al pensar en el futuro.
No está dispuesto a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tiene ningún control.
Vive en el presente ahora y no en el pasado o en el futuro.
Le encanta la ambigüedad. No se siente amenazado por lo desconocido y busca nuevas experiencias que no le son familiares.
No es postergador, ni de los que ahorran para tiempos malos.
No se siente amenazado por reproches que provengan de sí mismo. Aprecia y disfruta ahora de su felicidad y cuando el futuro llegue y se convierta en presente, lo apreciará y disfrutará también. La mayoría de la gente que vive esperando las retribuciones sin ser capaces jamás de cogerlas cuando se les presentan.
Le gusta estar solo a veces, y se preocupa mucho de proteger su intimidad. No se compromete sentimentalmente con mucha gente. Es selectivo en el amor, pero es también profundamente afectuoso. Si alguien le necesita, rechaza esta necesidad, por entender que es perjudicial tanto para la otra persona como para él mismo. Quiere que la persona que ama sea independiente, que haga sus propias elecciones y que viva su vida por sí misma. Rehúsa depender de la gente y que dependan de él en una relación madura.
Es muy independiente de la opinión de los demás, no le importa prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que dice o hace.
No necesita ser amado por todo el mundo, ni tiene excesiva necesidad de aprobación.Reconoce que siempre habrá quien desapruebe lo que hace.
No es rebelde, pero hace sus propias elecciones. Es dueño de sí mismo y aunque considera que la vida social es importante, se niega a dejar que ésta les gobierne o a convertirse en un esclavo de la misma.
Sabe reír y hacer reír. Descubre el humor en casi todas las situaciones y se puede reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios. Jamás usa el ridículo para hacer reír. No se ríe de la gente, sino con la gente. Se ría de la vida y lo ve todo como un gran divertimento, aunque se toma muy en serio sus proyectos.
Se acepta a sí mismo sin quejas. Sabe que es un ser humano y que serlo implica ciertos atributos. Sabe cual es su físico y lo acepta. No falsea su aspecto físico. No se esconde tras artificios ni se disculpa por ser como es.
Jamás se queja de cosas que no pueden cambiar como las olas de calor.
Toma el mundo como es, como un niño que acepta el mundo natural y disfruta de todo lo que éste le ofrece. Jamás se cansa de un atardecer o de una excursión por el bosque.
No se siente inmovilizado por los problemas que a menudo inmovilizan a otra gente. Para él son tan solo pequeñas molestias.
Tiene percepciones claras en lo que a él mismo respecta y reconoce inmediatamente lo que los demás están tratando de hacerle.
Nota su autovaloración ubicada dentro de sí mismo, por lo que cualquier problema externo no lo ve como una amenaza o un desafío para su propia valía. El problema solo es para él un obstáculo a vencer y no un reflejo de lo que es o deja de ser como persona.
Nunca pelea inútilmente. No es partidario del autobombo como forma de atraer la atención sobre él. Luchará solo si la lucha puede traer cambio.
Es incapaz de estereotipar. No es una persona superficial. Aunque pueda parecer egoísta y preocupado solo de su propio placer, en realidad pasa gran parte de su tiempo dedicado a los demás porque le gusta hacerlo.
No se queja de la enfermedad ni anda contándole y quejándose a todo el mundo todo el tiempo sobre ella.
No culpa a los demás. No se mete en habladurías ni propaga informaciones tendenciosas y malvadas. Está demasiado ocupado en vivir su propia vida.
Cree que el orden y la organización es una manera útil de actuar y no un fin en sí misma.
No consulta a expertos ni lee manuales sobre como se deben hacer las cosas, simplemente atacan los problemas de la mejor manera que sabe. Creativamente.
No se aburre, toman todos los acontecimientos de la vida como una oportunidad para hacer, pensar, sentir, vivir.
Es agresivamente curioso. Nunca sabe lo suficiente y siempre quiere aprender más de cada momento de su vida.
No alardea de méritos para que otros le aplaudan. No se siente nunca superior ni actúa como si lo fuera.
No tiene miedo al fracaso. El éxito en algo no es su éxito como ser humano. El fracaso para él es solo un índice de la opinión de otra gente y le tiene miedo puesto que no afecta a su autovaloración.
No se dice a sí mismo que la otra gente debería comportarse de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser distintos.
No es un discutidor terco. Solo expresa sus puntos de vista. No se afana por convencer a los demás porque entiende fútil que alguien tenga que pensar como él.
No tiene miedo a causar una mala impresión pero tampoco hace lo posible por causarla.
No es patriótico respecto a una frontera en especial. Se ve a sí mismo más bien como parte de la humanidad.
No tiene héroes ni ídolos. Mira al resto de la gente como seres humanos y no coloca a nadie sobre sí ni bajo sí mismo en importancia.
No exige justicia en cada ocasión.
Quiere ser victorioso y eficiente por méritos propios en vez de ganar por fallos del contrincante.
Mira adentro de sí mismo para encontrar su felicidad.
No siente placer por las desgracias ajenas.
Se ama a sí mismo, está motivado por un deseo de crecer y siempre que tiene la oportunidad de hacerlo, se trata muy bien a sí mismo. No tiene espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni se odia a sí mismo.
Tiene problemas pero no les inmovilizan emocionalmente. La medida de su salud mental no reside en no resbalar, sino en lo que hacer cuando resbala.
No corre tras la felicidad, simplemente vive y cuando la felicidad llega, es simplemente su retribución. Saben que nada hace que la felicidad sea más inalcanzable que tratar de encontrarla.

…lo mejor de todo es que Tú puedes hacer esta elección ahora mismo, si escoges hacerla.



FUENTE: Texto extraído y resumido por mí del libro “Tus Zonas Erróneas” de Wayne W. Dyer.