El bienaventurado David cuando ve llegar el abatimiento[123] dice: "Me acordé de los años eternos, medité y recordé los días de eternidad, medité sobre todas tus obras, medité sobre las obras de tus manos. Levanté mis manos hacia ti. Mi alma tiene sed de ti como tierra reseca" (Sal 76,6; 142,5-6)[124]. E Isaías también dice: "Cuando hayas gemido de nuevo, entonces serás salvado y volverás a ser como eras" (Is 30,15).
He aquí el camino de la luz. El que quiere andar hasta el fin señalado se esmera en llevar a cabo su tarea. Este es el conocimiento que se nos ha dado para seguir este camino: amarás a tu creador, temerás al que te ha modelado, glorificarás al que te ha rescatado de la muerte, serás simple de corazón y rico de espíritu. No te juntarás con los que van por el camino de la muerte… No te pensarás ser por encima de los demás, sino que permanecerás siempre humilde. No te glorificarás por nada, no tramarás malas intenciones contra tu prójimo… No harás acepción de personas en el momento de corregir sus faltas. Serás suave y pacífico, y guardarás en tu corazón las palabras que habrás escuchado. No guardarás rencor contra tu hermano.No te preguntarás sobre qué es lo que el día de mañana te reserva. No invocarás en vano el nombre del Señor; amarás a tu prójimo más que tu propia vida. No practicarás el aborto, y no matarás al recién nacido… Acogerás los acontecimientos de tu vida como favores, sabiendo que nada llega sin pasar por Dios…
Compartirás con tu prójimo todo lo que tienes, sin que nada consideres como propio (Hch 4,32) Porque si ponéis en común los bienes incorruptibles, cuanto más los bienes que perecen… Hasta el fin, odiarás el mal… Juzgarás con equidad. No crearás la división, sino que restablecerás la paz reconciliando a los adversarios. Confesarás tus pecados. No vendrás a la oración con mala conciencia.
Hoy mismo el mercado esta saturado con libros “light” sobre como alcanzar la prosperidad y éxito material (lamentablemente la mayoría se enfoca en el dinero), títulos como “Haz lo que te gusta y el dinero te seguirá”, u otros que prefiero no mencionar, si no tienes criterio te confundirán mucho. Por supuesto que el éxito existe, es y llega a nuestra vida en la medida en que seas fiel a tus valores y no pases sobre ellos con tal de alcanzar lo que deseas. Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, se expresaba así: “importa mucho -aún más- todo- una grande y muy determinada determinación, de no parar hasta llegar a la meta, venga lo que viniere, acontezca lo que aconteciere, trabajase el que trabajara, murmure quien murmurase…Aunque se muera en el camino o no se tenga corazón para los trabajos que en ella se encuentre, aunque se hunda el mundo…..” Aunque eso suceda amiga, persevera siempre para conquistar una personalidad recia y estable que te llevará al logro de tus propios sueños.
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