Despertamos juntos?

7 de febrero de 2012

De "El arte de ser feliz"- Padre Ignacio Larrañaga - (La envidia)

La relación con los demás es una madeja complejísima, tejida de evocaciones, transferencias, historias personales, complejos deinferioridad, inhibiciones, emulaciones, impulsos protagónicos,resentimientos… infinitas causalidades y complejidades por las cualessomos asaetados de mil formas y maneras, día y noche.Tú actúas delante de quince personas, y las quince personastienen quince reacciones diferentes frente a tu actuación. Para algunos asistentes tu actuación fue magnífica; para otros una mediocridad; para otros una miseria. ¿Cómo puede ser una cosa dequince maneras?El problema no está en ti, está en ellos, pero ni ellos son concientes de su problema. A veces es un simple “me cae mal”. Otras veces tu presencia les recuerda, sin darse cuenta, a otro tipo antipático y, por asociación, te transfieren a ti aquella antipatía que sienten contra aquél. Puede suceder también que ellos tengan sus cuadros de valores y, según la mentalidad que perciban de ti, pueden sentirse amenazados en sus intereses y reaccionen contra ti: “mecanismos de defensa”. Son factores temperamentales e historias personales que, a modo de mecanismos, condicionan su actitud emocional respecto a ti. Frecuentemente los “enfermos” son los otros.
En el trabajo, en la oficina, en los grupos humanos, en las comunidades, en las luchas políticas y sindicales, en el mundo de losartistas, científicos y profesionales, la envidia es la hierba más amarga y frondosa en las relaciones humanas. Probablemente la envidia es la causa principal por la que más sufre la gente.Lo que pasa es que ella se disfraza como la víbora bajo lafronda de las razones y explicaciones. Pero no son razones sino pretextos; racionalización. Nunca ataca de frente porque, en la sociedad, decir de un sujeto que es un tipo envidioso equivale a decir
que es un personaje abyecto y despreciable. Por eso, la envidia se ampara bajo las “razones” y La gente sufre mucho por la envidia pero nadie se da cuenta de su presencia, porque ella casi siempre consigue disfrazarse.* * *Para otras personas el lugar de trabajo es un sitio de tortura.De pronto se trata de un jefe inseguro y, por eso mismo, arbitrario.Otras veces se trata de compañeros resentidos y acomplejados cuyaúnica satisfacción es herir y molestar; o de compañeros ambiciososque pretenden escalar puestos a costa de tus posiciones.Y ¡cuántas veces el vecindario es un infierno de chismes! Llevan y traen cuentos, inventan, exageran; con mayor tranquilidad sueltanmedias verdades y calumnias enteras. Vigilan, fiscalizan, no hay libertad, no se puede respirar en ese vecindario.Frecuentemente sin salir a la calle, el infierno puede estar dentro del hogar.
Para tanta gente el matrimonio constituye un mar dilatado de frustración. Las alternativas de la vida conyugal encierran una complejidad casi infinita de incomunicación, desilusión,incomprensión, dificultades económicas, enfermedades… Se han divorciado; pero detrás de este simple hecho ¡qué carga de peleas disgustos! ¡Cuántos dramas!Un hijo ha fracasado en los estudios. El otro está complicado con la droga. Este otro se casó y a los tres años se separó. Tanto esperamos de este hijo predilecto; pasaron los años y la ilusión se trocó en desilusión: ha fracasado en tantos proyectos…

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